lunes, 21 de febrero de 2011

Todo o nada

Podría decir que no quiero ver otro azul que el de esos ojos, o que dejo esparcidos los latidos por cada uno de los metros que nos separan para que puedas llegar a mi.
Podría contar que tengo ganas de volver a verte, de mirarte sin que nadie pueda llegar a notarlo, o de que me roces la mano y que, en ese preciso instante, el tiempo se pare.
Podría, de la misma manera, decir que te quiero aunque no sepa quién eres, ni si prefieres el vinilo al CD, ni si la canción que está sonando también te eriza la piel.
Podría secuestrarte en un cadillac y llevarte a ese lugar que tan sólo yo conozco. Y no decir nada, sólo respirar, o ponernos a gritar. Porque, ¿sabes? ultimamente me cuesta respirar. Supongo que cuando lo que tiene que salir se queda dentro el alma termina por obstruírse.
No sé, podría hacer tantas cosas...
Y tú, podrías ir recogiendo los latidos que he ido dejando, llegar y deshacer mi cama, o tocar la guitarra, o cambiar tu amor por mis pensamientos y hacer que salga un poco el sol en esta habitación. Me conformo con todo.

Pero estoy cansada. Estoy tan cansada de este juego, de que las reglas que pongo para no pensar en ti no sirvan para nada, de querer avanzar y no atreverme a hacer un movimiento porque pueda ser en falso. Me he cansado. Me he cansado de mirar ese azul, de malgastar los latidos, de que roces mi mano y de no conocerte. Me he cansado hasta de lo que no ha pasado, que es todo pero no es nada. Me he cansado y no creo que puedas hacerte una idea de hasta qué punto eso me entristece. Ahora ya no puedo hacer nada, ni puedes hacerlo tú.
Ahora sólo podemos volver a empezar.

martes, 15 de febrero de 2011

Retazos del incendio.

Miro la vela que acabo de encender y observo su llama, cálida y temblorosa, tímida pero firme.
La manía de deshacer la cera, de dejarse bañar por ella, de entregarse a otra materia es lo que me lleva a pensar que, quizás, las relaciones sociales estén basadas en eso, en dejar quelos demás envuelvan una parte de nosotros que puede que no conozcamos. ¿Y si es esa la manera de conocer los entresijos mentales que tejen nuestras actitudes y que solos no llegamos ni tan siquiera a intuir?
Dejarse envolver, sentir el calor, quemarse, dejarse hacer. Nunca ha sido sencillo para mi. Tengo algunos miedos conocidos y muchos que aún no conozco. Algunas personas me han abrazado para dejarme caer y descubrir gran parte de la inocencia que aún guardaba. Otras han encerrado en cada abrazo toneladas de cariño y me han enseñado que las mismas heridas que algunos provocan otros pueden convertirlas en flores.

Me pregunto en qué clase de fuego estuve sumida mientras me quemaban hasta llegar al hueso. Me encantaría saber en qué clase de mundo dormitaban mis pensamientos mientras toda aquella gente decidía en qué hoguera tenía que arder. Ingenuamente, debí pensar que tan sólo querían darme un poco de calor cuando llegara el invierno.
Estaba equivocada. Me deshice, al principio lentamente, después no hubo forma de parar aquello. Cada parte de mi se expandió dentro de aquel pequeño recipiente que me había contenido tanto tiempo, y aumenté, ávida de libertad. Cuando el vaso rebosó, empecé a escurrirme por las paredes exteriores. Llegó el punto en que no había nada más que derramar de aquel frágil envase. Pensé que en algún momento tendría que parar, echar el freno entre tanto chorretón. Contra el suelo, siempre contra el suelo, claro. Y sí, cuando toqué tierra pude sentir que el suelo estaba frío y todo dejaba de ser tan caótico, y volvía a hacerme fuerte en aquel parquet.

Solida y resistente, aún tuve esperanza de poder volver al vaso y hacer como si nada hubiera pasado. Y sí, es cierto que, en algún momento, alguién más compartió aquella esperanza conmigo y me despegó del suelo para devolverme al envase con la esperanza de poder recomponer los fragmentos al encender una nueva mecha.
Pero hay cosas que no pueden arreglarse. La cera se deshace y, si bien es cierto que, si dejamos de darle calor, vuelve a su estado sólido, también es verdad que nunca volverá a recuperar su forma inicial de manera espontánea.

jueves, 10 de febrero de 2011

"Love of lesbian" no es un grupo de lesbianas.



Supera esto, no serás capaz.
Supera esto, no serás capaz...!!
http://www.youtube.com/watch?v=TXe2vPbEclg



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