No importa lo que hagas, ni lo que te esfuerces. La gente va a seguir decepcionándote.
Mira que te lo había advertido. Que muchos más iban a hacerlo, que iban a poder un poco más contigo. Y tú me escuchabas como si en realidad te lo creyeras, pero sabía que no, que en el fondo no lo hacías. Tienes esa manía de coger una confianza tan gratuíta hacia el resto del mundo la que me cabrea y la que a ti te golpea.
Mírate, contando fracasos, recordando cicatrices. Yo sólo puedo abrazarte y decirte que yo no lo haré. No voy a decepcionarte. No soy como el resto. Y por mucho que se empeñen en decir que, en realidad, soy peor que todos ellos, no es verdad. No dejes que todo esto te corrompa más.
Venga, lávate esa cara y salgamos a disfrutar un poco del sol. Hagamos mil fotos y riámonos un poco de nosotros mismos. Crucemos el río y bailemos en la orilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario