Día de despedidas, para que puedan llegar los reencuentros. Nos gusta sentarnos en las escaleras mecánicas para ver las cosas con otra perspectiva. Somos así. Que nos lleven sentados, que nos graben los besos.
En treinta y seis horas sólo he logrado dormir cuatro o cinco. Y lo más curioso es que no me importa. Un último esfuerzo, ya queda poco para terminar, para volver a empezar.
Tocará tener presente que la distancia no se mide en kilómetros, si no en tiempo.
Además, tu mochila "cidi" habla. Revísala bien.
De Madrid al cielo. Y nunca mejor dicho. Bon voyage, bucanero!
Temazo. Por ti, por mi, por la cerveza japonesa y por tu helado empalagoso. Y es que los buenos días son mejores cuando tú me los das:
http://www.youtube.com/watch?v=dPly3e12ca8
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