lunes, 20 de diciembre de 2010

Cosas que he aprendido en 2010

-La gente, o me quiere mucho o me odia a muerte. Es algo de lo que tuve constancia durante la infancia para olvidarlo durante la adolescencia. Nunca habrá termino medio y he vuelto a asumirlo este 2010.

-Puedo convivir con gente a la que no conozco de nada y, sin embargo, no puedo hacerlo con las personas que me han criado, es decir, mis padres. Extraño pero cierto.

-El sexo es bello.

-Cocinar no es tan difícil, y eso que aún no me he puesto en serio. Además, una puede llegar a hartarse de comer pizza y pasta.

-Si eres suplente, siempre tratarán de aprovecharse de ti.

-Palencia es un buen lugar para pasar el fin de semana.

-Las verdaderas amistades pueden conservarse en la distancia. Sin embargo, algunas siguen siendo imposibles de mantener a pesar de vivir en la misma ciudad. He reforzado algunas de ellas, he perdido otras.

-Todo heterosexual tiene su parte homosexual, y viceversa.

-La amistad no tiene edad (no, nunca lo había comprobado).

-Aprecio la pintura. Es decir, voy a los museos y ya no me aburro.

-Tengo más paciencia de lo que creía.

-La compra no se hace sola. La limpieza y la comida tampoco.

-Puedo hablar con mi familia sobre temas de los que nunca había hablado. Me toman más en serio que antes.

-Todos los centros comerciales son iguales.

-Soy más sociable desde que llegué a Madrid. Aunque sólo haya sido por necesidad...

-Quien te ha decepcionado una vez, lo hará dos. Quien ha demostrado quererte, seguirá contigo.

-Me gusta vestir como en los 60.

-La soledad, a veces, no es tan buena. Y llorar, a veces, no es tan malo.

-El dinero se termina a más velocidad de lo que yo pensaba.

-Siempre me había fijado en los hombres que no me querían, en los que me hacían daño. Ese era su único atractivo. He empezado a fijarme en los que, además de hacerme sentir bien, me quieren.

No hay comentarios:

Publicar un comentario