miércoles, 5 de enero de 2011

Estoy enamorada, ¿eso tiene arreglo?

Despierta, corre, que han venido los Reyes y han traído lo que pedimos.
Abre el regalo, sonríe y mírame. Ahora ya sabes lo que es, justo lo que querías. Ya no hay miedo.
Métete en la cama y deshazla como si tuviera que volver a hacerla tu peor enemigo. Bésame. Agarra mi mano y siente el calor.
Salgamos a la calle, echemos a correr, cojamos una gran bocanada de aire, no sea que se acabe, y gritemos con todas las fuerzas. Si llueve que llueva, total, ¿a quién le puede importar que nos mojemos? Que me seque tu piel, que me vistan tus brazos.
Estrenemos portales, quememos hoteles, déjame volverte a querer y quiereme como nunca.
Ponte esas gafas y clávame los ojos. No te asustes si sangro, me sobra alegría.
Cómprate ese helado, mánchame con él.
Apriétame el corazón si ves que intenta descansar. Descansa a mi lado y volvamos a empezar. Porque, al fin y al cabo, ¿quién no ha sentido esto alguna vez?

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