Siempre he pensado que hacer las cosas mal no es algo que esté directamente relacionado con ser mala persona. No todos damos siempre en el clavo a la primera, creo que es fácil pillarse los dedos más de una vez. Claro, luego viene lo de la uña negra. Pero que no piense la gente que hacer las cosas mal es una forma rápida de librarse de algo, que alivia el alma o quita un peso de encima. Es más, estoy casi segura de que lo añade.
No intento excusar mis malos gestos o mis meteduras de pata con esta idea.
Todo esto viene a que, anoche, un amigo, me dijo que soy buena persona. Y hacía tanto tiempo que alguien no me decía algo así de una manera tan espontánea, que había empezado a olvidarlo.
He hecho muchas cosas mal. Cosas que ya no puedo arreglar. Soy consciente de ello, y creo que cuando las hice no era tan consciente de lo que estaba mal y lo que estaba bien.
Suele pasarme,me cuesta distinguir lo que está bien de lo que está mal y eso me ha traído muchos problemas. Hay cosas muy claras: robar está mal, dar limosna está bien. Pero no hablo de eso. Hablo de hacer daño a la gente sin ser consciente de ello. Hablo de ser consciente meses después. Eso mismo ha sido lo que me ha herido hasta el punto de dejar de confiar en mi. No quiero hacer daño a la gente que me importa, que es mucha. Y para eso ha hecho falta sincerarme, primero conmigo y luego con los demás. No ha sido fácil. Solemos callar para no dañar sin saber que, a veces, callando es como más dañamos.
No me importa lo que algunos puedan decir. Tan sólo hablo de que no eres mala persona por haber hecho las cosas mal. Tú tampoco lo eres.
Hacer las cosas mal es equivocarse. Las personas malas hacen cosas buenas...y las personas buenas hacen cosas malísimas, o algo así.
ResponderEliminarLeerte, sin embargo, es hacer algo bueno, aunque yo sí sea una persona regular, namás...
Un saludo
Mario