jueves, 28 de julio de 2011

Destilados

Quizás tengas razón cuando dices que los viejos tiempos eran mejores. O tal vez no fueran mejores los tiempos, sino la compañía, los quehaceres de mentira, las responsabilidades reducidas. El reunirnos en tu casa y olvidarnos del reloj, el olor a marihuana en el portal, el dar igual quince que treinta mientras pudiéramos reír toda la noche sin que protestasen los vecinos.

Guitarras, cajones, tacones y ron del malo aderezaban aquellos días en los que planeábamos escapar en velero, dejarlo todo, comprar una isla y empezar de cero. No se pierden los recuerdos, al menos no los buenos y, por suerte, muchos son los que han quedado en mi memoria.

Es probable que, con el paso del tiempo, pocos seamos los que nos reunamos para rescatar los instantes que quieran escapar de nuestra cabeza, pocos quedarán de los que hoy me acompañan en un presente que se borra a cada instante. Me conformo con dos o tres, con los mejores.
Así que, aumentemos el porcentaje de buenas sensaciones y pensemos que los sueños de antes no tienen por qué convertirse en las pesadillas de ahora, que sabemos pintar el futuro de rojos y verdes, y mirar al pasado para mejorar el presente.
Hagámoslo, pero siempre juntos.
Nunca dejes de soñar.

2 comentarios:

  1. Si que eran mejores jeje. Hay una cosa con la que no estoy de acuerdo; en mi casa no se bebia ron del malo (y ademas la hierba era de primera) XD
    Creo que tenemos que aceptar el ahora como un limbo, ya cruzaremos está frontera y acabaremos en nose donde. Yo siempre he unido mi vida a las ciudades, por lo que se que sino cambio de hogar me quedare varado en esta playa vacía.
    PD: yo no pienso en Cadiz como un sueño irrealizable :P

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  2. Te superas! Me encanta :)
    Hay una cosa en la q no estoy de acuerdo con Diego, si aceptamos el ahora como un limbo, acabaremos en ninguna parte, al final de todo...
    Algún día echarás de menos estos tiempos, seguro.

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