jueves, 7 de julio de 2011

Tras la puerta

Despierta antes de que suene la alarma. Fija la mirada en baldosas agrietadas. Atesora palabras. Las recuerda cuando no estás. Ocupa lugares que no le corresponden. Dibuja sonrisas. Sonríe sin ganas. Enciende la tele. La apaga. Recorre con los ojos lo que no puede tocar con las manos. Incumple promesas. Defiende lo justo. Ayuda a quien ama. Se miente a sí misma. No piensa lo que dice. Dice lo que siente. Se acobarda ante lo desconocido. Olvida lo importante. Recuerda lo superfluo. Le gustan las estrellas. Piensa que puede congelar el tiempo en una foto. Le asusta la velocidad. Prefiere el invierno. Se siente culpable. Regala libros que ha leído. Le inquieta el paso del tiempo. Una canción puede cambiar su humor. Colecciona entradas de cine. No sabe tomar decisiones. Se enamora de imposibles y cree que el destino no hará mucho por ella.

2 comentarios:

  1. El Destino se amolda a lo que deseamos que sea, que no lo olvide esa personita que me cae GENIAL...:)

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  2. Me siento solo parcialmente identificada, la crisis de últimamente incluye bastante frialdad ;)
    Es imposible saber si el destino hará mucho o ni siquiera algo por ella... yo que ella, dejaba lo menos posible en sus manos :)

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