lunes, 23 de julio de 2012

.

No fui porque jamás pensé que hacerlo fuera a cambiar algo. Verte podría haberme hecho olvidar el recuerdo de un  viaje en silencio, de unos brazos abiertos y dos cuerpos sobre la nieve de febrero a nivel del mar. No suelo buscar un fin cuando actúo, no creo que atándome el cordón no vaya a tropezar, no fui a verte ni volveré a hacerlo nunca porque no quiero que salgas de mis pensamientos.
La espiral de esperar lo que no debe ser esperado ha caído en el agujero negro que se esconde tras tus ojos y no seré yo quien vuelva a intentar sacar nada de ese pozo lleno de malas intenciones. No creo en ti, y a penas  puedo confiar en mis impulsos. No quiero verte, no quiero olerte, ni tocarte. No quiero oír nada que tenga que ver con tu hipócrita vida, construida sobre los cimientos de la mentira. Me he cansado de todo, de nada, de decir que no cuando es que sí, del sí cuando debería decir que no, de que no quieras escuchar lo que tengo que decir porque te de pavor tomar conciencia de una verdad que ya conoces. No tengas tanto miedo porque este río no volverá a llegar al mar.

2 comentarios: