jueves, 22 de noviembre de 2012

José González

Aquel día descubrimos a José González, versionaba "Teardrop" de Massive Attack y discutimos brevemente  acerca de quién interpretaba aquella canción. Shazam nos sacó de dudas, a veces los avances tecnológicos sirven para algo más que para el desencuentro. Era José González.

Dos pacharanes y una cerveza. Risas y ganas de llorar. Palabras optimistas frente a la derrota. Te acercaste a la barra y pediste unos dardos al camarero. Me invitaste a jugar con la intención de entretenerme, pero esos dardos se convirtieron en piedras al tocar mis dedos y comencé a lanzarlos como si la diana fuera la culpable de la carencia de paz en el mundo o de cualquier otro mal, como si al romper alguna de aquellas plumas algo fuera a cambiar. Quise gritar pero no pude. Casi te gano.
Hacía frío, en Palencia siempre lo hace, y el mismo borracho de siempre cruzaba desde la barra hacia el baño sin miedo de ser alcanzado por alguno de nuestros proyectiles en esa noche de guerra; pero, para mí, fue el único momento de tranquilidad en todo el día. El único abrazo, la única sonrisa veraz, chicles sin azúcar cargados de alguna sustancia dulce que nos quitaban el hambre.

Tú no sabes que José González es mitad sueco y mitad argentino. Yo no lo he sabido hasta hoy. ¡Medio sueco! Qué irónica es la vida a veces, qué injusto para ti consolarme. No cabe el agradecimiento entre estas letras.
Esta mañana he estado escuchando canciones de ese hombre, aquel día nos reímos mucho de él, culpemos al pacharán. Suena realmente bien.
Nos vemos en Palencia, prometo lanzar los dardos con total normalidad.




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