Si echo la vista atrás puedo ver un saco lleno de días malos, de estaciones y hospitales, decepciones y momentos de ansiedad. Pero también puedo ver los rostros de quienes me acompañaron durante aquellos días, me recogieron en las estaciones y me abrazaron en las salas de espera.
Si cierro los ojos puedo verte, si los abro también, y eso es más de lo que pude imaginar.
Gracias a todos los que hicieron de este año algo especial.
Que el 2013 llegue vacío propósitos y lleno de esperanza.
No sé lo que ha pasado en 2012, pero me parece que todo va por la misma línea... Espero que las cosas estén mejor. Llevo mucho tiempo fuera de estos sitios, y ahora, más lejos físicamente, he vuelto ;)
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