jueves, 14 de enero de 2010

And so it is...

Mantengo la mirada fija en una persiana bajada. Diez y media de la noche. Supongo que ninguna hora es buena para recibir una mala noticia.
Algo en mi estómago me tiene agarrotada. Me mareo.
¿Has sentido alguna vez cómo te rompes por dentro y cómo eres incapaz de detener toda esa metralla que destruye tu paz?

Intento adivinar las razones que te han llevado a esto y ninguna es racional. No importa, tampoco creo que pudiera llegar a entenderlas.
Intento creer que es verdad, que no voy a volver a verte.
Algunos dicen que el miedo es libre, y tan sólo tú sabes en qué momento decidiste convertirte en su esclava. Tuvo que haber un momento. Un punto de irreversibilidad que dejaste pasar. Pero eso es algo que vas a llevarte contigo, que no vas a decir.
Ahora no hay marcha atrás. ¿Sabes? No hay un botón de "reset" en la vida. Maldita imbécil, no lo hay.

Cuesta creerlo. Cuesta entender. Carácter difícil y buen corazón. La primera en dar cualquier paso. Cualquiera menos este. Como si no quedasen motivos para seguir aquí. Cuesta esperar el final.

¿Crees que no dejas nada? Nos dejas a nosotros. Rotos e impotentes. Nos dejas sin tus ideas, sin tus discusiones sobre cualquier tema, aunque no tuvieras la razón. Intento atrapar todos los momentos que pasamos juntas, y sólo te recuerdo sonriendo. Me da miedo olvidarlos. No quiero olvidarlos.

¿Cómo se puede fingir tanto tiempo? Dime, ¿qué se siente al saber que es la última vez que ves a alguien de quien no vas a despedirte?, ¿qué se siente al decir "nos vemos el verano que viene" sabiendo que eso no va a ocurrir? De verdad, me gustaría saber que se siente.
¿Cómo sabe ocultar que sabes que tu tiempo es cada vez es más limitado, que la fecha de caducidad se acerca y que no te importa?

No consigo entenderlo. Y ya no importa, porque ni si quiera voy a poder abrazarte, ni preguntarte todo esto, ni decirte "qué idiota has sido".

Has cometido el peor error de tu vida.
Paradójico. El peor error de tu vida, la muerte. Lo sabes, pero aunque te hayas dado cuenta, no vas a admitirlo. Y no quiero que lo hagas, dejarías de ser tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario