martes, 31 de agosto de 2010

Cuando un dedo apunta al cielo...

No importa las veces que ocurra. Tú seguirás agachando la cabeza cuando sepas que tienes que despedirte. Es la opinión que guardas de mi. Es tu forma de decir las cosas. Cerrar la boca.
Gracias a personas como tú he aprendido a diferenciar la ridiculez del llevar la cabeza todo lo alta que la vida me permite. No obstante, tienes algo de lo que estar orgulloso. El ridículo es tuyo.

Seguirás leyendo y callando. Seguirás huyendo de tus pensamientos. Pero me verás en los rincones, me oirás en la risa de la gente, en las llamadas a la puerta. Y abrirás, pero no seré yo quién esté al otro lado. Y, en ese momento, recordarás estas palabras. Y, por un momento te sentirás bien por haber dejado estos cincuenta kilos a un lado, pero por otra sabrás que lo has hecho mal. Y todo eso me hace sentir bien.

2 comentarios:

  1. ......Isa mira al cielo XD. Deja de escribir con rencor anda q no ayuda a nada!

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  2. Estoy casi de acuerdo. No ayuda a nada.. o sí, pero a mí me gusta esta nueva forma tuya de escribir. Se me hace muy real o es q estás especialmente (aún más) creativa? ;)

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