martes, 30 de noviembre de 2010

La elegancia del erizo- Muriel Barbery

"A ella no se le habría ocurrido espontánteamente que alguien pudiera tener necesidad de silencio. Que el silencio le sirva para ir al interior de uno mismo, que sea necesario para aquellos a los que no nos interesa únicamente la vida exterior, no creo que pueda comprenderlo porque su propio interior es tan caótico y ruidoso como una calle llena de coches."

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