viernes, 21 de septiembre de 2012

Los amores imposibles- Dario Jaramillo

Qué ternura encontrarte, viejo amor imposible,
qué dulce conocerte después de que el olvido
hizo más imposible nuestro amor imposible.
Nunca tú supiste el amor que te tuve:
entonces escuchaba con tu fantasma un vals
y conocía el asombro de mirar tus pestañas
y, sin tú darte cuenta, mi alma cabía completa
en tu labio inferior.
No creas que había fotos.
Era la presencia real que sólo poseen los amores imposibles.
Nada de esto te dije cuando me dio tanto gusto
que alguien nos presentara sin saber lo que hacía,
acercarme a tu ternura que ahora no invento.
Nada de esto te dije.
Esas ridiculeces no se dicen.
Los amores imposibles son los más ridículos amores.
Contigo no me equivoqué cuando te amaba,
pero ya no te amo.
Un beso en la mejilla.
"Volveremos a vernos".

sábado, 8 de septiembre de 2012

Cometa

Debería quererte una buena mujer. Ojalá sea así, que una muchacha guapa e inteligente te encuentre y te envuelva en sus redes como a la joya más preciada, que no vuelvas a perderte, como hiciste conmigo. Que no te haga daño, como yo. Que bese tus labios gruesos en la noche fría de tu ciudad y no tema que le aprietes la mano en las tardes de lluvia.


Seguirás siendo tú, seguiré paseando por tu mente cada vez que recuerdes Madrid, una pulsera mal atada en el metro de Chamartín y un beso raudo en la puerta del CBA. Seguirás viviendo en el recuerdo de lo que fuimos, tal y como eras, con la chupa de cuero negra, la marrón años después, con una botella de licor dulzón y extranjero, hablando del rock'n roll de los 80. No volverá a doler lo que ya no duele, lo que me ha dejado la tranquilidad de un amor que fue real.

Esa mujer debería quererte como tú me quisiste a mí, con los ojos cerrados y las manos llenas. Ojalá deje en tu vida la estela de la ilusión fugaz que tú dejaste en la mía cuando quisiste volar más deprisa que yo.
Tal vez así puedas entenderme, tal vez así puedas perdonarme. Aunque no lo desee por eso, sino porque esta es la única manera que me queda de quererte.



martes, 4 de septiembre de 2012

Septiembre

Yo escribo sobre ti desde antes de conocerte y seguiré haciéndolo aún cuando crea haberte olvidado.
Tú no tienes nombre pero sí un puñado de palabras, no sabes lo que me cuesta mantener la mirada sobre unos ojos desconocidos y apareces cuando el resto deja de existir. Escribes sobre mí pero no lo sabes, no mientes pero dueles, abrazas como nadie pero actúas como todos.

Yo te espero leyendo, apoyada en el árbol que aún no conoces, bajo la esperanza que derraman sus ramas, con los puños cerrados y el corazón contento.
Me quitarás el disfraz y te taparé los ojos. Te quedarás con las ganas de parar el ascensor porque seré yo quien lo haga y amenazarás con marcharte cada vez que el corazón quiere salirse de tu estómago.

Viviremos en un mundo que ninguno imaginamos.