viernes, 8 de enero de 2010

Y la vida siguió...

Justicia, algo por lo que no has podido luchar. Has decidido quedarte quieta, en silencio, y esperar que el tiempo actúe. Nunca has creído que eso pueda pasar, pero iniciar una lucha habría sido demasiado doloroso.

Y,¿qué es lo justo en este caso? ¿quién es el malo? ¿quién es el bueno?
Llega un punto en el que no consigues distinguir qué es lo real y qué es lo imaginario. Es imposible discernir, y has aprendido que todo puede dar la vuelta cuando menos te lo esperas.

Por eso aguardas el momento. El momento de sentirte bien, de comprobar que "todo pasa", que "no fue para tanto", que "no merecía la pena estar así".

"Basta de martirios, termina con las lágrimas, no es culpa tuya que la tuerca haya querido girar"- piensas en tu habitación cada noche.

Y tú me llamas,me abrazas, y me dices que no te vas a ir. Pero, ¿a quién creer ahora?

Ya no hay nada y todo ha seguido "como siguen las cosas que no tienen mucho sentido".

No hay comentarios:

Publicar un comentario